Tus comentarios, lo más importante


Certificado de reserva ante INDAUTOR: 04-2010-110511593500-102.

Número de Certificado de Licitud de Título y Contenido: 15119

ISSN de la edición impresa: 2007-1981

Sistema de Información Cultural: http://sic.conaculta.gob.mx/ficha.php?table=revista&table_id=626&estado_id=8

Manifiesto

Paso del Río Grande del Norte es tan solo un fragmento del nombre que hace poco más de 350 años determinaran ponerle a una pequeña localidad de avanzada en el camino entre el centro de la Nueva España y el espejismo que todavía en ese entonces significaba el Nuevo México. Un lugar en el que precisamente era menos complicado cruzar el río Grande. Lugar de abastecimiento en medio de la soledad de un desierto humillante para quienes se aventuraban a atravesarlo; lugar de descanso, de recuperación de la fuerza para continuar el viaje hacia el norte o hacia el sur; abrazo al viajero que se enfrentaba a la hostilidad de un ambiente desconocido, sorpresivo, esquivo, impactante, violento y acogedor al mismo tiempo.


Desde ese ya lejano tiempo, más de tres siglos, la región ha sabido conservar su carácter hospitalario a pesar de las carencias, verdaderas o imaginadas, carencias que surgen a diario y se acumulan. Sin embargo, los seres humanos son tercos y el trozo de humanidad que ha pretendido hacer un lugar habitable este pedazo del planeta, ha sabido encontrar aquí las formas de subsistir, para formar parte de una civilización, para vivir con dignidad, para crear… Porque no solamente han pasado muchas personas por aquí, sino que muchas se fueron quedando, por un tiempo o de manera definitiva. Los planes de vida no siempre son claros, tampoco resultan siempre como uno quisiese. La mayoría de los que permanecieron aquí, ya sea de forma provisional o hasta el fin de sus días o a lo largo de las generaciones, ha construido una sociedad que no se cansa de demostrarse que éste es precisamente el lugar que quiere habitar.


Durante las décadas más recientes, este Paso del Río Grande del Norte se ha convertido en un lugar de manufactura, de prestación de servicios, de puente entre un mundo que en apariencia todo tiene y un mundo que quisiera ser diferente. Y como en toda sociedad, los movimientos artísticos son expresión de esa vida. Pero el formato del desarrollo ha impedido a quienes se dedican a la creación artística tener los canales adecuados de comunicación con el resto de la sociedad de donde surgen. En ocasiones, las prioridades son definidas muy lejos de las necesidades de todos los sectores o se atiende primero lo más urgente. Como ha sucedido a lo largo de nuestra historia, en un país en el que el desarrollo del intelecto, de las ideas, de la reflexión, se considera un lujo ante la avalancha de necesidades materiales, la difusión del trabajo creativo se concentra en las localidades donde se centralizan los recursos y Ciudad Juárez ha estado al margen de las decisiones.


Por todo lo anterior, hoy presentamos ante ustedes la revista Paso del Río Grande del Norte.


Una vez, este proyecto fue un sueño que se fue prolongando por semanas, por meses, y hoy, al fin, ve la luz del sol. Esta revista, que ha sido concebida con paciencia, con esmero, con cariño, al estar en sus manos, pretende que ustedes sientan entre los dedos un poco de Ciudad Juárez y de toda la región del Paso del Norte, un poco de su frío, de su calor, de sus vientos.


Paso del Río Grande del Norte es una revista de creación en el sentido amplio de la palabra, da cabida no sólo a las letras, sino también a las líneas; palabras y dibujos se mezclarán ante sus ojos para mostrar un fragmento de lo que se hace y de lo que se piensa en este rincón de la frontera. La revista contempla la creación artística, la literaria y la gráfica: dibujo, caricatura, cómic, etc. El contenido literario estará representado por la poesía, en prosa o en verso; la narrativa, cuentos, relatos, anécdotas; los ensayos; el teatro; o la mezcla de géneros, que a algunos de los autores se les da muy bien. ¡Ah!, otra cosa, también tenemos contemplada una novela que se insertará por episodios, así como tendremos obras de teatro que entrarán por escenas.


¿Cuántos artistas conviven en este Paso del Norte? Los que aquí vivimos no tenemos una idea precisa. Y si no lo sabemos a ciencia cierta los que de alguna manera hemos conocido a muchos de ellos, las personas que solamente tienen tiempo de buscar la manera de llevar el alimento a sus casas, los que están decididos a formarse en la escuela o los que escudriñan cada rincón de la ciudad para hacer algo diferente a su rutina diaria, es posible que con mayor razón lo ignoren. Es por ello que consideramos urgente contar con un medio de presentar muchas de estas formas de la imaginación creativa a la mayoría de los habitantes de este paso.


Paso del Río Grande del Norte es una publicación miscelánea, pero eso no impedirá que algunos números sean temáticos. Una de las características peculiares de esta revista es que cada entrega exhibirá en la portada el dibujo de un artista de la región. En cada número ustedes podrán disfrutar del arte literario y gráfico de distintas personas.


De la mano de cada estación, llegará Paso del Río Grande del Norte. Nuestro compromiso es que cada número de la revista esté a disposición de sus lectores a partir del día exacto en que se presenten los equinoccios de primavera y otoño, así como los solsticios de verano e invierno.


Pretendemos que la revista sea, por sí misma, un objeto estético, cuidado. Respetaremos al lector y queremos que su lectura sea un placer y no una lucha. Paso del Río Grande del Norte no es un negocio, por lo cual se venderá al costo. Durante el primer año, la revista se entregará gratuitamente a las bibliotecas de la región. Ahí hay muchos jóvenes que seguramente la disfrutarán. Después de ese primer año, si esas bibliotecas quieren seguir recibiéndola, se podrán suscribir. Será un honor recibir su solicitud de entrega.


Paso del Río Grande del Norte está respaldada por un consejo editorial buscado con sumo cuidado, compuesto de varias personas de solvencia ética y académica comprobada, ellos son: el Dr. Ricardo Melgar Bao, del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Morelos, el Dr. Ricardo Vigueras Fernández, doctor en letras clásicas de la Universidad de Murcia, el Dr. Carlos González Herrera, director del Colegio de Chihuahua, el Dr. Herón Pérez Martínez del Colegio de Michoacán y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y el Dr. Jorge Alberto López Gallardo, físico nuclear y profesor de UTEP, quienes además de ser investigadores, escriben excelentemente bien. Ellos han creído en este sueño y lo han apoyado.


En esta frontera no hay nada similar. Esperamos sus comentarios, su respuesta y las aportaciones para su posible publicación. Mientras tanto, cruzamos los dedos porque les guste, más que eso, porque crean que es ¡una gran idea! Si de alguien nos importa la opinión, es la de ustedes.



Ciudad Juárez, Chihuahua, marzo del 2010.


Margarita Salazar y Ricardo León


pasodelriograndedelnorte@hotmail.com

lunes, 19 de septiembre de 2011

Contenido del número 7


A ti, alma…,
Hortensia Mínguez, portada
Frontera Norte de Nuestra América,
tierra para echar raíces,
Carlos Véjar Pérez-Rubio, 3
De allende el arenal
Pesadumbre que tuvo la muerte
en el fallecimiento de un médico
que amaba tiernamente,
fray Joaquín Bolaños, 4
Llovizna, 7
El Espejismo,
Alan Posada, 8
El polvo en sus alas,
Jesús José Silveyra Tapia, 12
Cristóbal Colón: el primer viaje,
Luis Arturo Ramos, 16
La muerte,
Arminé Arjona, 17
Arnulfo o Viernes de Dolores,
Gustavo de la Rosa, 18
La bienvenida,
Rubén Moreno Valenzuela, 20
La muerte de Miguel Ángel,
Laura Carrillo Moreno, 22
Crónica de un perdedor,
José Pedro Sergio Valdés Barón, 24
Llovizna, 24
Definición,
Alberto García, 25
Escalera rota,
Elpidia García, 27
Ciudad oscura,
Tomás Chacón Rivera, 31
Llovizna, 33
Diseño inteligente,
Jorge Alberto López Gallardo, 34
Catrina,
José Lozano Franco, 43
Cuento de primavera para
ser contado en invierno,
Evamargarita Gallegos Tarín, 47
Reviviráaan…,
Aldana, 49
Deius eks maikina,
Luis Ricardo Gutiérrez García, 50
No teníamos nada qué decir,
Paulina León Flores, 50
Camposanto,
Roberto Espíndola, 51
Juárez está a menos /
Esta es una fotografía,
Eloísa del Mar Arenas Torresdey, 52
La muerte,
Juan Lucero, 52
Somos los muertos,
José Ángel Valenzuela, 53
San José de los Remedios
es un pueblo misterioso,
Armando Arenas, 53
Encuentro,
Blanca Rivera, 53
Morir en la ciudad,
Efraín Rodríguez¸54
Lo oda que no hice,
Joel Fortunato Reyes Pérez, 54
Mecano y Tánatos,
J. Fernando Chávez, 55
No hay dolor comparable /
Volver y perderme de nuevo,
Ysla Campbell, 56
Nada más,
Francisco Romo, 57
Love and Death,
Sara Teasdale, traducción de
Ricardo Rodríguez Ruiz, 58
Torna al teu clos,
Miquel Martí i Pol, traducción de
Luis Felipe Fernández, 59
La muerte del imperio,
Fernando Rubio, 59
Contiene tamarindo (primera parte),
Jissel Arroyo, 60
 Nota a la muerte,
Jesús Tafoya, 64

2 comentarios:

  1. Oh, no! Vamos a estar fuera de la ciudad, qué pena! Esta presentación no me la hubiera querido perder. No solo porque colaboro con un cuento sino porque en esta ocasión la revista tiene más páginas y muchos textos de toda esta gente maravillosa que cree en la literatura. Estoy segura que será un éxito total! Haré extensiva la invitación a mis amigos. Felicidades Ricardo y Margarita por su constancia por mantener este proyecto cultural tan importante para Juárez y su gente!

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  2. Comentario del relato: Espejismo, de Alan Posada
    Elpidia García Delgado

    De todos los problemas que aquejan a nuestro país, el de la migración es de los más sensibles y en el que vemos sólo enclenques intenciones de las autoridades, tanto de EU como de México, para resolverlo. De sobra sabemos los peligros a los que se enfrentan hombres, mujeres y niños nomás empezar el trayecto al Norte. La lista es numerosa; las estadísticas, escalofriantes; y las historias, desgarradoras. Sabemos también que, una vez sorteadas las dificultades para cruzar la frontera, nuevos óbices con rostros de discriminación, persecución, explotación, etc., hacen que muchos mantengan vidas anónimas y que otros regresen deportados o abrumados por la presión que representa vivir a salto de mata. Para los que se quedan de aquel lado, cada día es una lucha a contracorriente para defender su lugar obtenido con esfuerzo. Sin embargo, en la ilegalidad, la sombra del acoso los acompañará a lo largo de su existencia. Hasta que algo rompa la tranquilidad que creyeron conseguir.
    Es ese instante de fractura que Alan Posada nos precisa en su relato El Espejismo en la voz de su personaje, el taxista ilegal que llega en la infancia con su familia a los Estados Unidos, huyendo de un padre violento. En el desarrollo de la historia, un inmigrante juarense evoca sus recuerdos en soliloquio y nos cuenta el momento crucial en el que es impelido (“Un rash de rabia así no lo había sentido antes”) a arrollar al perseguidor de su pasajera herida y en pánico, al evocar los maltratos de su padre contra su madre. Al hacerlo, los endebles cimientos de su situación de sin papeles, se tambalea, y es condenado a la pena de muerte.
    Sin llegar a la sensiblería, el autor reviste al protagonista de cualidades como el amor familiar, la honestidad, (“Yo mismo llamé al 911 pa´avisar del accidente.” “Cada quien escoge su trinchera pa´pelear y yo escogí la verdad”) su bregar, y logran identificación y empatía en el lector sensible. Quizá la ausencia de nombre propio nos permite con mayor libertad compararlo con los compatriotas forjando su día a día en un país ajeno.
    La narración en primera persona de las situaciones dramáticas del personaje, del que desconocemos su nombre y que desencadenarán en tragedia, hace más conmovedora su lectura.
    En la mezcla de Español e Inglés, tan marcado en quienes han pasado años a caballo entre dos idiomas, encontramos realismo y congruencia del protagonista en el ambiente en que transcurre la narración.
    El final se resuelve con la expresión de resignación del personaje (“… y pos´que no voy a sentir después más nada. ¡Vaya, menos mal!”) ante la inevitabilidad de la muerte al acercarse su inminente ejecución. El tono emocional de fatalismo queda hilado perfectamente con el del principio (“Que la gran conspiración llamada destino, en la que nunca creí…”), que también predomina en el texto.
    Las descripciones de la angustia al cruzar el desierto, la indiferencia de los familiares, del dolor durante las visitas de sus hijas en la cárcel, el repudio de las autoridades, la frustración, la injusticia, los sentimientos encontrados en las cartas que recibe, son elementos narrativos, que como pinceladas multicolores en un cuadro, enriquecen el relato. Lo llenan de emoción y complementan la historia que se lee con deleite, y que confirma un escritor avezado del que nos encantaría leer más.

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